Por Capitán F. Imagen: Autoretrato hecho por Goethe.
Goethe, un nombre difícil de pronunciar. Muchos de nosotros lo decimos como se oye o inventamos nuestro propio estilo de nombrarlo. Según su idioma natal, el nombre del gran Johan Wolfgang von Goethe se pronuncia “Ger-ter”.
Nacido en 1749, Goethe es considerado uno de los grandes referentes y héroes culturales, muy cerca de otros paladines como Shakespeare, Dante u Homero. Y es que con su gran intelecto fue básicamente una persona que entendió a la perfección los grandes problemas de la humanidad. Poeta, novelista, psicólogo, geólogo, botánico y oftalmólogo, Goethe aportó también a la diplomacia, a la moda, al servicio público y al arte.
La manera en la que vivió su vida hizo que conociéramos realmente poco de su obra literaria. Fue un estudioso que escribía desde temprana edad poesía para sus compañeros, tomaba clases de arte y de italiano, estudió en la universidad de Leipzig y obtuvo una maestría en derecho por la Universidad de Estrasburgo. Un amante de los bellos paisajes pese a que le daban miedo las alturas.
Bueno, se preguntarán lectores estelares, ¿qué fue lo que nos dejó Goethe? Veamos:
Una nueva visión sobre el amor.
Estoy seguro que muchos de ustedes están familiarizados con la obra Werther, una de las más conocidas obras de Goethe. Este libro narra la tragedia amorosa del joven Werther (de quien se dice es una especie de retrato de lo que alguna vez le pasó al propio Goethe en cuestión de amores) quien se enamora de una chica llamada Charlotte. La chica nunca le corresponde el amor y esto lo lleva a la tumba.
Lo interesante de este libro no es tanto la narración de un desamor, sino la visión de Goethe sobre el amor romántico. El autor analiza que el amor romántico es un sentimiento que tiene la esperanza de congelar un momento hermoso, un retrato ideal. La aspiración de Werther era estar con Charlotte anhelando un paseo que hacen una tarde, en su mente ese instante perfecto es lo que debe llevarlos al matrimonio y a estar siempre juntos, sin tomar en cuenta lo que hay alrededor, aquello que hace real la vida de las personas. Goethe sostenía, apegado a su movimiento clasicista, que hay un amor que tiene un grado de pesimismo, que acepta que no todo es ideal, un amor realista si queremos ponerlo en términos simples.
Su visión sobre la administración pública.
Goethe al tiempo que escribía sus novelas, era también un funcionario público. Desempeñó diversos cargos y solía decir que necesitaba sentir responsabilidad, poder y experiencia para convertirse en una persona más madura y sabia, lo que lo llevaría también a ser mejor poeta y filósofo. Igualmente esto lo llevaba a cumplir un objetivo aún más tangible: poder ideas a la práctica.
Su visión sobre viajar
Durante su etapa como funcionario público, Goethe tuvo un puesto como diplomático, lo que permitió que cumpliera uno de sus grandes objetivos, el cual era viajar. De sus experiencias de viaje logró resumir una enseñanza que consideró vital para su crecimiento personal. Para Goethe viajar no era una cuestión de relajamiento o de esparcimiento personal, sino una oportunidad para encontrar esa pieza que te hace falta para seguir madurando.
Su visión integral de cómo se debe vivir una vida
Fausto es una de las obras más representativas de Goethe, su obra maestra. En ella se cuenta la historia de Fausto, un tipo que desea conocer más de la vida y que le pide a Mefistófeles o sea el mismísimo diablo que lo ayude. Su viaje pasa por los más grandes excesos, sexo, alcohol, poder, todas aquellas cuestiones que pueden perder a un ser humano. Al plasmar este viaje, Goethe descubre el verdadero propósito de Fausto. Fausto representa la teoría de cómo vivir una vida plena. El personaje busca conocer mucho de todo para comprenderlo, busca saber pero no para ser un sabio, busca sexo pero no para ser un libertino, busca poder pero no para conquistar al mundo; todo lo hace para ponerlo al servicio de un sentido más trascendente.
Fausto representa la forma en que Goethe vivió su vida y los motivos de sus más grandes anhelos, es decir vivir la vida con un alto sentido de propósito.
Sin duda es un personaje increíble, un hombre que vivió para comprender su mundo y transformarlo.
|