Por Alina Rubio. Imagen: Portada del libro.
Este libro de la escritora Margaret Atwood, una poetisa, novelista, crítica literaria y activista política canadiense, miembro de Amnistía Internacional y una de las personas que presiden BirdLife International, narra la historia de Marian MacAlpin, una joven con estudios universitarios que, hallándose en un marasmo de su vida, comienza a tener una serie de inquietudes existenciales debido a la conjunción de tres eventos: su próximo casamiento, la aparición de un extraño sujeto con el que comienza a llevar una relación no menos extraña, y la gradual pérdida del apetito por todo tipo de alimentos.
Es una novela divertida e icónica, quizá la primera en abordar la anorexia como un tema principal en el libro, que deja ante tus ojos una fotografía clara del ser humano.
La mujer comestible explora esa sensación de traición y engaño que algunas personas podrían sentir cuando alcanzan la plenitud de sus vidas, o al menos esa supuesta plenitud que desde pequeños nos enseñan a aspirar, pero que en definitiva puede ser un detonador para la destrucción del yo. Su protagonista es una mujer de valores, estructurada, saludable, sin embargo, tras su compromiso, sucede algo impensable, su ser y su cuerpo se separan.
En medio de un canibalismo metafórico, los móviles psicológicos de esta obra colocan frente a frente a Marian MacAlpin en la emulación de las cualidades humanas y el rechazo a la comida entre ellas.
El problema de la protagonista, es abordado por la autora con respeto y responsabilidad, en una época en la que era un tabú.
La desintegración irreversible, no sólo física, sino también emocional, de Marian MacAlpin, la lleva a una realidad conformada por sus miedos y necesidades, que la llevan eventualmente a desaparecer.
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