Por César D. Armenta Imagen: Poster de la película El dicho “los ojos son la ventana del alma” fue tomado literalmente por M.D.H. Keane para dar vida a un universo artístico muy peculiar de mujeres, niños y mascotas que tomó mucha fama por allí de los años 60´s en Estados Unidos. Esta introducción se leería muy normal y simple, si consideráramos que se trata de una artista cuya trayectoria fue como la de la mayoría de sus colegas, pero no fue así, la historia de Margaret Keane es un caso especial y hasta cierto punto escandaloso del medio, quizá es esta condición la que lo hizo un atractivo platillo para el director Tim Burton. “Big Eyes” es una película que trata sobre la vida de Margaret D. H. Keane (la D.H. es por Doris Hawkins), dirigida por Burton, y protagonizada por Amy Adams y Christoph Waltz, que expone los rasgos más importantes de la trayectoria de esta artista y el via crusis que tuvo que vivir al lado de su ex-esposo Walter Keane. Más allá de darles una reseña de esta película y de arruinarles la trama si es que no la conocen, a mí me gustaría resaltar dos aspectos fundamentales de la película con los cuales me quedé. El primero de ellos es la palabra central sobre la que gira todo el filme que es: Mentira. La mentira es el eje primordial que alimenta la construcción de la película, si nos ponemos en los zapatos de la protagonista, todo lo que sucede a nuestro alrededor se convierte en una serie de mentiras, en un laberinto en el que nos perdemos al fusionarnos con los propios muros que lo cimientan. Walter Keane es un fraude, un fraude que trasciende las palabras para volverse él mismo en un proceso semiótico, un proceso de interpretación que tiende al engaño, como diría el mismo Umberto Eco. Al ver la película no pude dejar de pensar en cómo un caso particular se convierte en un proceso colectivo, porque al final del día, el engaño que perpetra Walter es una transgresión para la existencia de Margaret, pero lo es también para todo aquel que creyó la mentira y convivió con ella. Y esto lo vemos día a día en muchas cosas y casos más que ni siquiera imaginamos, lo que lleva a preguntarnos ¿qué es real?, ¿qué es verdad? Una posible respuesta que concluyo tras terminar de ver la película es el hecho de que la verdad como tal termina siempre prevaleciendo frente a la mentira y su peso es tan grande como lo liviano y deleznable que es el castillo de aire que se construye para negarla. El segundo aspecto que me llamó la atención de la película fue el debate artístico que se genera. Está presente el elemento tradicionalista y retrógrado del papel segundón de la mujer dentro de la vida social que se daba en la época, que por supuesto amplifica la trama y le da un sustento a todo lo que ocurre. Apenas comenzamos a ver cómo las cosas comienzan a cambiar en nuestra sociedad, el papel de la mujer en el arte comienza a tener un liderazgo digno de mencionarse, con un estilo propio, una esencia y sensibilidades particulares, un servidor lo ve reflejado en las interesantes artistas que hemos tenido la oportunidad de entrevistar en La Biblioteca Estelar, como Gladys Serrano y Mariana Orozco. También se refleja en la película a través de Margaret y su sensibilidad, el poderoso motivo que imprime a sus Ojos Grandes. No diré más, únicamente que la película está interesante, me quedo con la actuación de Christoph Waltz al cual le salen muy bien los papeles de malo con carisma, le imprime a su Walter Keane una identidad consistente dentro de sus mentiras. También es digno de resaltarse la mano de Tim Burton que le da un tono distinto a los personajes y a las situaciones, por momentos la película me remitió a Big Fish y su combinación de realidad con fantasía, si bien en esta película no hay una línea marcada hacia lo fantástico, si hay una dicotomía entre lo que es cierto y lo que es real. Sin duda te recomiendo Big Eyes que circula actualmente en diversas salas del país. Y por si deseas conocer más de Margaret D.H. Keane visita su sitio, según dicen en la propia película, aún la artista pinta todos los días: https://keane-eyes.com/
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