Por Samantta Hernández Escobar
Imagen: Poster oficial de la película
Uno de los acontecimientos más importantes tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, fue la construcción del Muro de Berlín; un hormigón que durante 28 años mantuvo a Berlín dividido en dos sectores diferentes. Fueron muchos los intentos de los habitantes de la República Democrática Alemana (RDA) por cruzar a la República Federal Alemana (RFA) antes de 1989; la mayoría murió en el intento.
Sputnik, es una cinta del director Markus Dietrich (2013), en la cual podremos ser testigos, a través de la inocencia de tres pequeños amigos, de las diversas problemáticas a las que se enfrentaban los de la RDA al intentar cruzar el “Muro de Protección Antifascista”.
Frederike es una pequeña de once años, habitante de la RDA, quien sueña con llegar al espacio; situación que parece ser posible con ayuda de su tío favorito, Mike. Ella y sus amigos, Jona y Fabian, forman parte de la tripulación dirigida por Mike, su próxima misión: poner en marcha el Sputnik y llegar al espacio. Todo parece ir de acuerdo al plan pero las cosas se complican tras un accidente y un brazo fracturado. Frederike se entera que su tío Mike ha sido autorizado a cruzar al otro lado de Berlín, tan sólo unos días antes del 9 de noviembre de 1989, quedando ella como la nueva capitán de la misión; lo cual lejos de alegrarla la decepciona, al perder a su compañero de aventuras. Pero como es característico de ella, no se dará por vencida y al ser la nueva al mando, decide modificar un poco la misión, su próxima misión: “teletransportar” a Mike de regreso a la RDA.
Dietrich se encarga de demostrarnos cómo es que en aquel tiempo la división alemana no sólo era geográfica, sino también emocional, ya que fueron miles de familias las que resultaron separadas. El director nos da una nueva y grata perspectiva de los acontecimientos que ocurrían en Alemania, dando la oportunidad a Frederika de ser nuestra protagonista y así, poder acompañarla en tan alocadas aventuras. A lo largo de la cinta es posible percibir el valor de los tres niños por conseguir su objetivo; desde conseguir el material para elaborar la máquina hasta emprender la travesía para ganar un Nobel.
Cada uno de los pequeños tiene algo característico que hace que el equipo funcione muy bien, salvo algunos obstáculos que les pone el oficial del pueblo y un pequeño curioso llamado Oliver. Las cosas marchan conforme al nuevo plan, llega la noche del 9 de noviembre de 1989, todo esta listo para viajar a la RFA y traer a Mike con ellos pero las cosas no salen como ellos pensaban. Tras el único intento los chicos descubren que no se han teletransportado sino que han trasladado a todos los habitantes del pueblo a la frontera entre las dos Alemania, poniendo a todos en peligro de muerte.
Tras el fracaso de su máquina, es como empieza la verdadera aventura; Frederike, Jona, Fabian y Oli (al parecer los únicos habitantes tras el experimento) harán todo lo posible para traer a sus padres de regreso. Lo curioso es que aquel extravagante experimento trajo consigo la caída del Muro. Es así como un grupo de niños de once años terminan con aquella opresión logrando la unificación alemana. Sin embargo, deciden renunciar a su Nobel haciendo un pacto de sangre para guardar aquel gran secreto que marco la historia de la humanidad.
Sputnik, fue una de las 14 proyecciones que trajo consigo la 13º Semana de Cine Alemán en México y te recomendamos que si te la encuentras le des una oportunidad, ¡no te arrepentirás!
https://www.youtube.com/watch?v=JOMkfPQ_qBU#sthash.AjFfdky4.dpuf
|